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reflejó el interés de los productores para incorporar
estas pautas forrajeras y mejorar el manejo y la calidad
nutricional de los rebaños, a través de una mejor
organización de los potreros, lo cual era una de las
problemáticas detectadas en las fincas intervenidas.
Igualmente, el tamaño de las fincas (623 ha), el
número de potreros (931), y la CA (742,5 UA/ha)
determinan en estos sistemas de producción, el mayor
grado de aprovechamiento que se pueda dar en las UP,
fomentando cierto grado de optimización de la
superficie disponible, tal como se ha evidenciado en
otras zonas con fincas de superficie igualmente
reducidas (PerdomoCarrillo et al., 2022).
Se encontró al menos tres especies de gramíneas para
pastoreo. El pasto Estrella representa una de las
principales opciones para los productores de la zona,
ya que está establecido en el 40 % de las UP, aunque
también se encontraron variedades de Megathyrsus, las
cuales junto al género Urochloa, constituyen los tres
principales géneros forrajeros utilizados por los
productores a nivel estadal (PerdomoCarrillo, 2019).
Indiferentemente de que estos tres géneros fueron las
especies de gramíneas con mayor uso en los potreros,
se observaron prácticas de manejo inadecuadas, que
provocaron sobrepastoreo en los potreros.
Como es conocido, el sobrepastoreo y la falta de
prácticas agronómicas causan baja eficiencia en la
utilización de las pasturas (PerozoBravo y Razz
García, 2014; PerdomoCarrillo et al., 2022). La
aplicación de las BPG a los pastizales generó resultados
innovadores con respecto al manejo tradicional usado
previamente, lo cual incrementó sustancialmente el
desempeño animal por la incorporación de otras
especies forrajeras y/o mejorando el manejo de otras
con las cuales se estaba trabajando. Esto se reflejó en un
incremento del 14 % en el rendimiento lechero. Ante la
ausencia de estrategias para optimizar los recursos
forrajeros, y que que algunas prácticas para mejorar los
pastizales eran prácticamente desconocías, las BPG
permitieron implementar el manejo racional de los
potreros (QuinteroRiveros et al., 2018; PerdomoCarrillo
et al., 2020; PerdomoCarrillo et al., 2022). Asimismo, los
potreros recuperados por el sobrepastoreo, que
representaron alrededor de 20 % del área destinada a
potreros en las UP, es una prueba de la ausencia de
prácticas de manejo sustentables para contribuir a
mejorar la calidad de las especies forrajeras como base
fundamental de la alimentación de rumiantes.
Esta situación también se evidenció en los sistemas
silvopastoriles. Particularmente, G. sepium es una especie
naturalizada dentro de la comunidad y, a pesar de que su
siembra como cerca viva es usada tradicionalmente en
otras áreas del estado Trujillo, los productores de la zona
de estudio no habían valorado las ventajas de su
establecimiento. Por otro lado, es indiscutible su excelente
valor nutricional y las ventajas de su uso en los sistemas
de producción animal. Esta leguminosa aporta una alta
producción de follaje de excelente valor nutricional,
incorpora nitrógeno al suelo, bien sea por la hojarasca o
por simbiosis con las bacterias del género Rhizobium,
captan el dióxido de carbono (CO2), y reducen el efecto
invernadero (Razz, 2013).
En términos generales, la adecuación del TPP, que
conllevó a la implementación del pastoreo rotacional,
repercutió favorablemente en el criterio referido a
“ausencia de hambre”, al incrementarse el 19,6 % con
respecto a la condición inicial (2019: 79 %; 2018: 59,4
%). Considerando esto, se puede afirmar que estas BPG
forrajeras fueron favorables en las UP, tal como ha
quedado demostrado en otras fincas DP a nivel
nacional (Kowaslki, 2014, PerozoBravo y RazzGarcía,
2014). Esto es particularmente oportuno, debido a que
las BPG no constituyen una actividad tradicionalmente
aplicadas en los sistemas de producción de la zona.
Buenas prácticas en sanidad animal
Las fincas que implementen BPG deben incluir
actividades de diagnóstico de las enfermedades más
frecuentes en la zona (GonzálezStagnaro, 2014). En
concordancia, el diagnóstico realizado en las UP
determinó la presencia de garrapatas entre el 60 (los
Limones) y 100 % (El Dique, la Limonada y La vega) de
los animales, mientras que las miasis cutáneas se
detectaron entre el 30 y 100 % (La Limonada) de las
UP. Tratándose de rebaños pequeños, los daños
provocados pueden considerarse económicamente
importantes. Las BPG en esta área se enfocaron
principalmente en medidas preventivas.
Con relación a las garrapatas, existen estrategias
alternativas y amigables para su control (Hernández,
2005; Santos et al., 2010). Por ello, se realizó una
inmunización de los rebaños con el apoyo del Instituto
Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) con el
inmunógeno Heberbiogar
®
. El principio activo de este
producto es la proteína Bm86, obtenida de la
membrana del intestino de R. microplus que, al ser
administrado por la vía intramuscular, es captado por
el sistema inmunológico induciendo a una respuesta
mediada por anticuerpos sanguíneos (Santos et al.,
2010). Cuando la garrapata succiona la sangre, los
anticuerpos presentes se fijan a la pared intestinal,
provocando lesiones irreversibles que disminuyen la
ingestión de sangre, la fertilidad y ovoposición.
ISSNL 10221301. Archivos Latinoamericanos de Producción Animal. 2023. 32 (4): 199210
Perdomo et al.