Archivos Latinoamericanos de Producción Animal. 2020. 28 (1­2)  
Partos al inicio o al final del invierno en ovejas nulíparas: efectos sobre el  
comportamiento materno y el de su progenie  
Raquel Pérez Clariget1  
María Soledad Orcasberro  
Facultad de Agronomía, Universidad de la República. Montevideo, Uruguay  
Early or late winter parturition in nulliparous ewes: effect on the maternal and lambs  
performance  
Abstract. In nulliparous ewes grazing natural grassland that gave birth in early or late winter, late pregnancy,  
parturition and early postpartum metabolic status, the maternal behavior, the lamb mortality, the milk production  
and quality, the lambs live weigh (LW) during the first 60 days of age, the proportion of female lambs showing  
estrus at their first autumn and the reproductive performance of the ewe at the second parturition period were  
compared. Sixty four nulliparous Corriedale ewes; 39 gave birth at the beginning (Group J) and the other 25 at the  
end of winter (Group S), were used. Neither the mortality of single lambs during the first 7 days of life, nor the  
maternal behavior, nor the milk production was different between Groups. Group J showed better metabolic status  
at parturition than Group S (higher LW, BCS, plasmatic concentration of glucose, cholesterol, total protein and less  
urea; P<0.05). However, this situation was reversed during the early postpartum period. Milk quality was better in  
Group J than Group S (higher protein and fat content; P<0.0001). Lambs birth weight was not different between  
Groups, however the global mean of LW was higher in Group S than in Group J (Group S: 9.51 ± 0.21 kg vs Group J:  
8.87 ± 0.21 kg; P = 0.05). There were no differences between groups in reproductive performance of the ewe at their  
second lambing. The proportion of lambs in heat in their first autumn was no different between groups. Based on  
the results it was concluded that to advancing the parturition season to the beginning of the winter increases the  
metabolic status of the ewe at lambing without effects on the lamb’s birth weight, lambs mortality, or the maternal  
and lamb behavior at lambing.  
Key words: parturition season, maternal behavior, metabolites  
Resumen. En ovejas nulíparas pastoreando campo natural que parieron al inicio o al final del invierno se comparó  
el estatus metabólico durante la gestación avanzada, parto y posparto temprano, el comportamiento maternal, la  
mortalidad de corderos, la producción y calidad de la leche, el peso (PV) de los corderos durante los primeros 60  
días, la presentación de celos de las corderas en su primer otoño y el comportamiento reproductivo de las madres  
en el siguiente servicio. Se utilizaron 64 ovejas Corriedale nulíparas; 39 parieron a inicio (Grupo J) y las restantes  
2
5 a final del invierno (Grupo S). Ni la mortalidad de corderos nacidos de parto simple durante los primeros 7 días  
de vida, ni el comportamiento maternal, ni la producción de leche fue diferente entre grupos. El estatus metabólico  
al parto fue mejor en el Grupo J que en el Grupo S (mayor PV, condición corporal, concentración plasmática de  
glucosa, colesterol, y proteína total, y menor de urea; P<0,05). Sin embargo, esta situación se revirtió durante el pos  
parto temprano. La calidad de leche fue mejor en el Grupo J que en el S (mayor contenido de proteína y grasa;  
P<0.0001). El PV de los corderos al nacer (PNAC) no fue diferente, pero la media global fue mayor en el Grupo S  
que en el J (Grupo S: 9.51 ± 0.21 kg vs Grupo J: 8.87 ± 0.21 kg; P = 0.05). No se observaron consecuencias en el  
comportamiento reproductivo en las ovejas al segundo servicio. Tampoco se observó mayor proporción de corderas  
en celo en su primer otoño. Los resultados permiten concluir que adelantar el mes de parto al inicio del invierno  
aumenta el estatus metabólico de la oveja al parto sin efectos sobre el PNAC, mortalidad de los corderos, o el  
comportamiento maternal.  
Palabras Claves: mes de parto, comportamiento maternal, metabolitos  
Recibido: 2020­04­10. Aceptado: 2020­07­03.  
1Autor para la correspondencia: Raquel Pérez Clariget: raquelperezclariget@gmail.com  
2
9
3
0
Pérez y Orcasberro  
Introducción  
En los sistemas pastoriles donde se desarrolla la cría  
técnicas disponibles de control del ciclo estral  
(Ungerfeld, 2007). Sin embargo, debe evaluarse el  
posible impacto sobre el comportamiento maternal,  
producción de leche, sobrevivencia y desarrollo de los  
corderos.  
ovina, se busca adecuar los requerimientos de las  
ovejas gestantes a la producción de forraje, tomando  
en cuenta la estacionalidad reproductiva de cada raza  
y la producción de la pastura de cada región. En  
términos generales, considerando que los ovinos son  
reproductores de día corto (Hafez, 1952), los servicios  
se producen en algún momento del otoño y los partos  
a finales de invierno o en primavera.  
La hipótesis del presente trabajo es que una parición  
al inicio del invierno comparada con una al final en  
ovejas nulíparas pastoreando campo natural mejora a)  
el estatus metabólico de las ovejas al parto, b) el peso  
de los corderos al nacer (PNAC), c) la producción y  
calidad de la leche, d) adelanta la pubertad en las  
crías. Pero, no afecta: a) el comportamiento maternal,  
b) la mortalidad temprana de los corderos, c) la tasa  
de ganancia de peso de los corderos durante los  
primeros 60 días de edad, d) el comportamiento  
reproductivo de las madres en el siguiente servicio. El  
objetivo del presente trabajo fue comparar a) el  
estatus metabólico [PV, condición corporal (CC) y  
concentración plasmática de glucosa, urea, colesterol,  
proteína total y albúmina] durante la gestación  
En nuestra región, las ovejas Corriedale ciclan  
aproximadamente desde febrero a junio – julio  
Perdigón et al., 1994) y la base forrajera de la cría es  
(
prioritariamente o únicamente campo natural (región  
Campos; Allen et al., 2011). La producción de forraje  
del campo natural sufre variaciones anuales, con el  
invierno siendo la época más crítica y la primavera ­  
verano la de máxima tasa de crecimiento (Rollo  
Pallarés et al., 2005). Por lo que, gran parte de la  
gestación de las ovejas transcurre durante la época de  
menor producción de forraje, pudiéndose producir  
periodos de subnutrición de intensidad variable  
durante el periodo de desarrollo embrionario­fetal.  
avanzada, parto  
y
posparto temprano, b) el  
comportamiento al parto de madre y cría, c) la  
mortalidad de corderos en la primera semana de vida,  
c) la producción y calidad de la leche, d) el peso y tasa  
de ganancia de peso de los corderos durante los  
primeros 60 días de edad, e) la presentación de celos  
La subnutrición durante la gestación produce retardo  
en el crecimiento intrauterino de las crías (Abud et al.,  
020), corderos más livianos a la faena (200 días de  
2
edad) y con carcasas de menor calidad (Ithurralde et  
al., 2019). Adelantar la época de parto al inicio del  
invierno permitiría disminuir el riesgo de restricción  
intrauterina. Esta alternativa es posible utilizando las  
de las corderas en su primer otoño y f) el  
comportamiento reproductivo de las madres en el  
siguiente servicio.  
Materiales y Métodos  
Localización, animales, diseño experimental y  
tratamientos.  
Grupo J se les sincronizó el celo utilizando efecto  
macho (Ungerfeld et al., 2003), para ello se  
introdujeron esponjas intravaginales conteniendo 60  
mg de medroxiprogesterona durante 6 días y al retiro  
de las mismas se introdujeron carneros Corriedale,  
previamente evaluados andrológicamente y con tasa de  
concepción mayor a 65 % en el servicio anterior, en  
una proporción 1:10 (total 4 carneros). Al Grupo S se  
les sincronizó el celo utilizando las mismas esponjas  
intravaginales las que permanecieron in situ 12 días y  
los mismos carneros fueron utilizados para dar los  
servicios. La preñez fue confirmada en cada grupo 35  
días después por medio de ultrasonografía (ALOKA  
Prosound 2, sonda lineal de 7.5 Mh). Todas las ovejas  
fueron esquiladas aproximadamente a los 120 días de  
gestación. El destete de los corderos se realizó  
El trabajo se llevó a cabo en la Estación Experimental  
Bernardo Rosengurtt, Facultad de Agronomía, Udelar,  
Cerro Largo, Uruguay (32° S; 54º O). Los  
procedimientos fueron aprobados por la Comisión de  
ética en el uso de animales (CEUA) de la Facultad de  
Agronomía (expediente 021130­001944­14, resolución  
3
46). Se utilizaron 64 ovejas Corriedale, nulíparas,  
gestantes; 39 de ellas habían concebido entre el 28 de  
enero y el 1ero de febrero (verano) cuando tenían 16  
meses de edad y parieron entre el 24 de junio y el 1ero  
de julio (inicio de invierno; Grupo J). Las restantes 25  
concibieron entre el 4 y el 9 de abril (otoño) cuando  
tenía 19 meses de edad y parieron entre el 29 de agosto  
y el 7 de setiembre (finales de invierno; Grupo S). Al  
momento de los respectivos servicios el PV y CC  
aproximadamente  
a
los 90 días de edad.  
Posteriormente todas las corderas fueron retenidas en  
la majada y sin importar cuando habían nacido, fueron  
manejadas como un solo grupo pastoreando campo  
natural. En el otoño siguiente (abril, estación  
(
escala 1 = emaciada – 5 = obesa; Jefferies, 1961)  
promedio eran 41.9 ± 0.4 kg y 2.71 ± 0.04 y 42.3 ± 0.5  
kg y 2.69 ± 0.04, Grupo J y S, respectivamente. Al  
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3
1
Época de parición en ovejas  
reproductiva) se les detectó el celo durante 19 días  
utilizando carneros vasectomizados pintados en el  
pecho. A las madres, también en abril se les sincronizó  
el celo con dos dosis de prostaglandina (Glandinex,  
Laboratorio Universal, Uruguay) separadas por 10 días  
y fueron servidas por monta natural con tres carneros  
Corriedale previamente evaluados andrológicamente.  
A los 30 días se diagnosticó la gestación la que fue  
confirmada a la parición (2da parición).  
mayor parte de la superficie estaba protegida de los  
vientos del este, del oeste, suroeste, noroeste y noreste  
y parcialmente los del sur, norte y suroeste, es decir, de  
los vientos más importantes en la zona (Hatchondo y  
Mezzotoni, 1980). Se determinó la disponibilidad del  
forraje para cada grupo experimental previo a la  
esquila en la superficie de campo natural y previo al  
ingreso del área de pasturas sembradas utilizando el  
método del doble muestreo descrito por Haydock y  
Shaw (1975). Se determinaron 5 puntos de escala con  
tres repeticiones utilizando rectángulos de 20 cm x 50  
cm y cortando la pastura a ras del suelo. Previo al corte  
se registró la altura en cada punto de la escala en tres  
puntos en diagonal dentro del rectángulo y se calculó  
el promedio y la escala promedio de las parcelas (80 a  
100 mediciones). La determinación de materia seca se  
realizó llevando las muestras a la estufa a 60 °C  
durante 48 horas, hasta peso constante. La  
disponibilidad 30 días antes del parto en la superficie  
de campo natural fue 3 525.0 ± 49.1 y 3 134.0 ± 213.0  
kg MS/ha, Grupo J y Grupo S, respectivamente.  
Mientras que para la superficie de pasturas sembradas  
7 días antes del parto fue 485.0 ± 67.6 y 752.0 ± 167.1,  
Grupo J y Grupo S, respectivamente.  
Pasturas y condiciones climáticas  
Todas las ovejas pastorearon juntas, a pesar de tener  
estados fisiológicos diferentes, sobre 10 ha [suelos: 50  
%
Formación Fraile Muerto, tipo de suelo  
predominante 13.32 (Durán y García Préchac, 2007) y  
0 % Formación Zapallar, tipo de suelo predominante  
5
8
9
.5] de campo natural a una oferta de forraje media de  
kg materia seca (MS)/100 kg PV. El pastoreo fue  
continuo y tuvieron libre acceso al agua. Una semana  
antes de la fecha probable de parto las ovejas fueron  
trasladadas a 10 ha (suelos: 70 % Formación Fraile  
Muerto, tipo de suelo 13.32 y 30 % Formación Rincón  
de Ramírez, tipo de suelo 3.51) de Avena bizantina y  
Lolium multiflorum donde permanecieron hasta dos  
semanas después del último nacimiento. Para facilitar  
el control de partos, el área fue subdividida por hilo  
eléctrico en tres parcelas, las ovejas permanecían en la  
primera hasta 24 h después del parto, en la segunda  
hasta las 72 h pos parto, y en la tercera hasta que eran  
llevadas a otro potrero de campo natural. El área  
estaba protegida por cortinas de árboles (géneros  
Pinus y Eucalyptus) dispuestas de manera que la  
Las temperaturas media, mínima y máxima durante  
los meses de parición y hasta un mes posparto fueron  
obtenidas de la Estación Meteorológica de INIA  
Treinta y Tres, mientras que los datos de precipitación  
pluvial y días de lluvia fueron obtenidos de la propia  
Estación Experimental. Los datos se presentan en el  
Cuadro 1.  
o
Cuadro 1. Temperaturas (T; C) media, máxima y mínima, precipitación pluvial (P. pluvial; mm) y días de lluvia durante el  
periodo de parición y posparto temprano de ovejas que parieron a finales de junio o principios de setiembre.  
Junio  
11.1  
17.1  
5.3  
93  
Julio Agosto Septiembre Octubre  
T media  
12.2  
17.1  
7.8  
13.4  
19.8  
7.2  
35  
15.5  
20.7  
10.1  
18.6  
24.2  
12.7  
T máxima  
T mínima  
P. pluvial  
Días de lluvia  
277  
12  
234  
320  
7
3
8
7
Registros, muestreos y determinaciones  
Registros al parto  
del lamido de la cría por parte de la madre, cuando el  
cordero se paró por primera vez y del inicio  
amamantamiento (Freitas de Melo et al., 2015). Entre  
1
2 y 24 horas después del parto, los corderos eran  
Se realizó control de partos durante las horas luz por  
lo que el periodo de observación fue menor en el  
Grupo J (menos de 10 h) que en el Grupo S (más de 11  
h). Se registró el intervalo entre que los miembros  
fetales se asomaban y la expulsión total del feto y se  
consideró como la duración de la fase de expulsión del  
feto, los tiempos desde la expulsión del feto al inicio  
identificados, se registraba el sexo y el peso el que se  
consideró el PNAC. En el mismo momento se registró  
el comportamiento maternal (Maternal Behaviour  
Score, MBS) de acuerdo a O’Connor et al. (1985). Se  
registraron los corderos que murieron en los siguientes  
7 días de nacidos.  
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Pérez y Orcasberro  
Peso y condición corporal de las ovejas y peso  
de los corderos  
muestras de leche se determinó el contenido de  
proteína, grasa y lactosa utilizando absorción de  
radiación infraroja en el Laboratorio COLAVECO,  
Colonia, Uruguay.  
Se registró el PV y CC a todas las ovejas al inicio del  
servicio, 3 días antes de la fecha estimada de parto (se  
consideró como PV y CC al parto) y a los 30 días  
posparto. En los corderos además del PNAC se  
registraron los pesos a los 30 y 60 días de edad. A las  
corderas hembras se les registró el PV al inicio del  
periodo de detección de celos. Las madres también  
fueron pesadas antes de su segundo servicio y se  
registró el PNAC de los corderos nacidos de la segunda  
parición.  
Análisis estadísticos  
Los datos se analizaron utilizando el paquete  
estadístico SAS (SAS University Edition). Las variables  
PV y CC de las madres durante la primera gestación,  
peso de los corderos, concentración de metabolitos,  
producción y calidad de leche fueron analizadas como  
medidas repetidas en el tiempo utilizando el PROC  
MIXED, con el día o edad como factor de repetición. El  
PNAC y el PV o CC inicial de las madres se utilizaron  
como covariables en los correspondientes análisis. El  
modelo incluyó los efectos del mes de parto, tipo de  
parto y sexo y las interacciones correspondientes como  
efectos fijos y el animal como efecto aleatorio. Las  
variables registradas al parto se analizaron utilizando  
modelos mixtos (PROC MIXED) incluyendo en el  
modelo los efectos fijos del mes de parto, sexo y tipo de  
parto y las interacciones correspondientes y el animal  
como aleatorio. Los pesos de las madres y corderas al  
siguiente otoño se analizaron también con modelos  
mixtos incluyendo en el modelo el efecto fijo del mes  
de parto y el animal como efecto aleatorio. La  
separación de medias se realizó utilizando el test de  
Tukey (α = 0.05) cuando el factor principal fue  
Muestreos y determinaciones en sangre  
A todas las ovejas se les extrajo muestras de sangre  
(
8 mL) por venipunción de la vena yugular utilizando  
tubos heparinizados a los ­30, y ­3 días antes del  
primer parto y 30 días después del mismo. La sangre  
fue centrifugada dentro de la primera hora de extraída  
­20 oC hasta su  
y
el plasma almacenado  
a
procesamiento. Se determinaron las concentraciones  
de glucosa, colesterol, urea, proteína total y albúmina  
por espectrofotometría utilizando kits comerciales  
(
BioSystems  
S.A,  
Barcelona,  
España).  
La  
cuantificación de los metabolitos se realizó en un  
espectrofotómetro (MRC instrument UTC2100c). Las  
determinaciones se realizaron en un solo ensayo por  
metabolito y el coeficiente de variación intra ensayo  
para los controles bajos y altos fue < 15 %.  
significativo. de  
comportamiento materno y las variables reproductivas  
porcentaje de celos, preñez y parición) se analizaron  
Los  
datos  
de  
mortalidad,  
(
Producción y calidad de leche  
utilizando modelos lineales generalizados (PROC  
GENMOD), indicando la naturaleza binomial  
(mortalidad, presentación de celos, preñez y parición)  
o poisson (comportamiento materno) de la variable y  
la transformación logit de la misma. Los modelos  
incluyeron el efecto del mes de parto, el sexo y tipo de  
parto como efectos fijos para las variables mortalidad y  
comportamiento materno, o solo mes de parto para las  
variables reproductivas. Se consideró que el efecto era  
significativo cuando P ≤ 0.05, y tendencia estadística  
cuando 0.05 < P ≤ 0.1. Los resultados se presentan  
como medias ajustadas ± error estándar de la media  
(EEM).  
Las ovejas se ordeñaron aproximadamente a los 20 y  
56 días posparto en forma manual de acuerdo al  
procedimiento descrito por Sphor et al. (2011).  
Brevemente, en cada ocasión los corderos fueron  
separados de las madres y llevados lejos de ellas. A  
cada oveja se le aplicó 5UI de oxitocina (Hipofamina,  
Laboratorios Dispert, Montevideo, Uruguay) y se vació  
la ubre. El procedimiento se repitió a las 4 h, la leche  
extraída fue pesada y se tomó una muestra de 50 g  
para ser analizada. La producción de leche diaria fue  
estimada extrapolando a partir de la cantidad obtenida  
después de 4 h la producción durante 24 h. En las  
Resultados  
Parición y Mortalidad  
sobrevivieron]. De los 31 corderos nacidos de parto  
simple murieron 3 [uno por depredador; otro al nacer  
(PNAC: 2.6 kg); una cordera enognata (PNAC: 4.3 kg)  
fue sacrificada por razones humanitarias]. De los 25  
corderos nacidos en el Grupo S murieron 2 (uno de  
parto prematuro y el otro por depredador). La  
mortalidad de corderos nacidos de parto simple  
durante los primeros 7 días de vida no fue diferente  
Solo se observaron partos dobles en el Grupo J [8/39  
(
20.5 %)]. De estos 16 corderos, 6 murieron [2 por  
depredador (zorro gris; Psudalopex gymnocercus)  
después de haber sido abandonados por sus madres  
después de un parto dificultoso, y 4 hembras (PNAC ≤  
2
kg), sus hermanos machos (PNAC ≥ 3 kg)  
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Época de parición en ovejas  
entre grupos (Grupo J: 9.7 %, Grupo S: 8.0 %; P =  
.96). En el Grupo J murieron más corderos de parto  
doble (37.5 %) que de parto simple (P = 0.0004). Para  
evitar sesgos los datos de los partos dobles fueron  
descartados y se eliminó el factor tipo de parto y las  
interacciones correspondientes en los modelos  
estadísticos.  
reconocer a su cordero. Por lo que se cuenta con la  
información de 10 y 18 partos de los Grupos J y S,  
respectivamente. Se dio asistencia menor a 8 ovejas  
(Grupo J: 2 y Grupo S: 6), los datos de tiempo de  
expulsión de feto de estas hembras fueron eliminados.  
La escala de comportamiento maternal se pudo  
registrar en todos los partos, independientemente de la  
hora en que estos se produjeron (Grupo J: 28, Grupo  
S: 23). El mes de parición no afectó el tiempo de  
expulsión del feto ni el comportamiento al parto ni de  
las madres ni de los corderos y tampoco afectó el  
comportamiento maternal a las 12­24 h posteriores al  
parto (P>0.2; Cuadro 2).  
0
Comportamiento al parto  
Se pudo registrar 14 [45 % (14/31)] y 20 [80 %  
(
20/25)] partos en los Grupos J y S, respectivamente.  
Se eliminaron los datos de partos de las crías muertas  
y de dos partos en que las madres fueron forzadas a  
Cuadro 2. Duración de la expulsión fetal y comportamiento al parto de la madre y el cordero en ovejas de primer parto que  
parieron a finales de junio (Grupo J) o a principio de setiembre (Grupo S).  
Grupo J  
Grupo S  
Valor de P  
(
Media ± EEM)  
(Media ± EEM)  
N
8
N
Tiempo expulsión (min)*  
29.33 ± 8.53 12  
22.25 ± 7.25  
0.2  
Comportamiento de la madre  
Tiempo de inicio al lamido (min)**  
Escala de comportamiento materno  
Comportamiento del cordero  
10  
35  
1.81 ± 0.95 18  
3.35 ± 0.18 23  
2.36 ± 0.56  
3.01 ± 0.21  
0.6  
0.4  
Tiempo en pararse el cordero (min)** 10  
Tiempo al amamantamiento (min)** 10  
21.38 ± 7.04 18  
29.00 ± 4.58  
42.50 ± 9.70  
0.4  
0.7  
48.75 ± 16.17  
18  
*
*
Se descartaron dos ovejas a las que se les dio ayuda al parto.  
* Ovejas y corderos vivos a los que se les pudo observar el comportamiento.  
Peso y condición corporal de las ovejas  
interacción mes de parto y día (P = 0.04). Las ovejas  
del Grupo J presentaron mayor (P<0.05) CC al parto  
que las del Grupo S, pero mientras estas últimas no  
perdieron CC durante el posparto, las primeras  
registraron una menor (P<0.05) CC 30 días después  
(Cuadro 3). No se encontró efecto del sexo de la cría, ni  
de las interacciones estudiadas en ninguna de las dos  
variables (P ≥ 0.3). El peso y CC de las ovejas al inicio  
del segundo servicio no fue diferente entre grupos  
(Grupo J: 46.7 ± 0.9 kg y 3.01 ± 0.03, Grupo S: 46.1 ±  
0.8 kg y 2.99 ± 0.03, PV y CC respectivamente; P ≥  
0.7).  
El PV no fue afectado por el mes de parto (Grupo J:  
4
2.4 ± 0.6 kg; Grupo S: 41.8 ± 0.7; P = 0.4), pero se  
encontró una interacción entre el mes de parto y día  
P<0.0001). Las ovejas del Grupo J fueron más  
(
pesadas al parto que las del Grupo S (P<0.05) pero  
perdieron peso durante el posparto temprano  
(
P<0.05), mientras que en el Grupo S no se observaron  
diferencias (Cuadro 3). Por su parte, la CC del Grupo J  
fue mayor que la del Grupo S (2.56 ± 0.05 vs 2.35 ±  
0
.06; P = 0.01) y también se encontró efecto de la  
Cuadro 3. Peso (PV, kg) y condición corporal (CC) al servicio, parto y 30 días después de ovejas que parieron a finales de junio  
Grupo J) o a principio de setiembre (Grupo S).  
(
N
Grupo J (Media ± EEM)  
No  
Grupo S (Media ± EEM)  
PV  
Servicio  
Parto*  
b
b
39  
31  
41.9 ± 0.40  
25  
25  
23  
42.3 ± 0.50  
a
b
45.6 ± 0.70  
42.2 ± 0.70  
c
41.6 b ± 0.72  
3
0 días** 28  
39.2 ± 0.60  
CC  
Servicio  
Parto*  
a
a
39  
31  
2.71 ± 0.04  
25  
25  
23  
2.69 ± 0.04  
a
b
2.73 ± 0.07  
2.39 ± 0.08  
b
b
3
0 días** 28  
2.36 ± 0.07  
2.31 ± 0.08  
a, b, c  
:
Literales diferentes indican diferencias estadísticamente significativas (P<0.05).  
*
*
Se eliminó la información de 8 ovejas que tuvieron partos dobles en el Grupo J.  
*Se eliminó en ambos grupos la información de ovejas que habían perdido a su cría (3 y 2 Grupo J y S, respectivamente).  
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3
4
Pérez y Orcasberro  
concentración plasmática de urea (Grupo J: 38.57 ±  
Concentración de metabolitos  
3
.25 mg/dl vs Grupo S: 61.30 ± 4.22 mg/dl, P < 0.001)  
El mes de parición no afectó la concentración  
plasmática de glucosa (Grupo J: 62.00 ± 3.8 mg/ml;  
Grupo S: 60.81 ± 3.1 mg/ml, P = 0.31), ni de colesterol  
y albúmina (Grupo J: 3.55 ± 0.02 g/dl vs Grupo S:  
3.78 ± 0.03 g/dl; P = 0.003) fueron afectadas por el  
mes de parto. Todos los metabolitos estudiados fueron  
afectados por la interacción mes de parto y día (P ≤  
0.03). Los resultados se presentan en la Figura 1.  
(
Grupo J: 52.76 ± 2.55 mg/dl; Grupo S: 55.52 ± 3.12  
mg/dl, P = 0.66), ni proteína total (Grupo J: 7.64 g/dl  
0.2, Grupo S: 7.33 ± 0.3 g/dl). Por el contrario, la  
±
Figura 1. Concentración plasmática de glucosa (a), urea (b), colesterol (c), proteína total (d), albúmina (e) de ovejas que parieron  
a finales de junio ( ) o a principios de setiembre (). Los asteriscos indican diferencias estadísticamente significativas (P < 0.05).  
Producción y Calidad de la Leche  
Peso y ganancias diarias de los corderos  
La producción de leche no fue afectada por el mes de  
parto (Grupo J: 687.1 ± 48.2 g, Grupo S: 757.1 ± 50.6  
g; P = 0.3), pero, independientemente del Grupo,  
disminuyó desde el día 30 al 60 posparto (842.1 ± 49.4  
g vs 602.1 ± 49.24 g, P= 0.0009). Ninguno de los otros  
factores influyó la producción de leche (P>0.2). El  
contenido de grasa y proteína fue mayor en las ovejas  
del Grupo J que en las del Grupo S (Grupo J: 10.70 ±  
Los corderos del Grupo S fueron más pesados que los  
del Grupo J (Grupo S: 9.51 ± 0.21 kg vs Grupo J: 8.87  
± 0.21 kg; P = 0.05). Como era de esperar, la edad  
afectó el PV de los corderos (P < 0.0001) y se encontró  
una interacción entre el mes de nacimiento y la edad  
(P< 0.04). En efecto, si bien no existieron diferencias  
ni al nacimiento ni a los 60 días, los corderos del  
Grupo S fueron más pesados a los 30 días de edad que  
los del Grupo J (P < 0.05; Cuadro 5). Ni el sexo ni las  
otras interacciones estudiadas afectaron el PV de los  
corderos (P > 0.2).  
0
±
.25 g/100 ml y 4.55 ± 0.06 g/100 ml vs Grupo S: 6.62  
0.26 g/100 ml y 4.04 ± 0.06 g/100 mL, contenido de  
grasa y proteína, respectivamente; P < 0.0001). El  
contenido de grasa disminuyó del día 30 al 60  
posparto (9.35 ± 0.26 g/100mL vs 7.35 ± 0.26 g/100  
mL) mientras que el contenido de proteína no fue  
diferente durante el periodo posparto estudiado (P =  
El PV de las corderas en su primer otoño no fue  
diferente entre los grupos (Grupo J: 25.8 ± 1.1 kg;  
Grupo S: 25.3 ± 1.1 kg; P = 0.5). El PNAC de los  
corderos nacidos del segundo servicio tampoco fue  
diferente (Grupo J: 3.8 ± 0.7 kg; Grupo S: 3.9 ± 0.7 kg,  
P = 0.7).  
0
.6). Ambas variables tendieron a ser afectadas por la  
interacción mes de parto y día (P ≤ 0.08) (Cuadro 4).  
El contenido de lactosa por su parte, fue mayor en las  
ovejas del Grupo S que en las del Grupo J (Grupo S:  
5.46 ± 0.04 g/100mL vs Grupo J: 5.08 ± 0.04 g/100  
mL, P <0.0001) y no fue afectada por ninguna de los  
otros factores o interacciones estudiados (P > 0.3).  
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3
5
Época de parición en ovejas  
Cuadro 4. Producción de leche, contenido de grasa, proteína y lactosa (media ± EEM) en ovejas paridas a finales de junio (Grupo  
J) o principios de setiembre (Grupo S).  
Variable/Días  
Grupo J  
Grupo S  
Producción de leche (g/d)  
2
0
843.0a ± 68.10  
531.2b ± 68.10  
841.2a ± 71.60  
672.2b ± 71.60  
5
6
Contenido de grasa (g/100mL)  
a
c
2
0
11.81 ± 0.37  
7.65 ± 0.52  
b
d
5
6
9.08 ± 0.37  
6.31 ± 0.52  
Contenido de proteína (g/100mL)  
a
b
2
0
4.45 ± 0.08  
4.10 ± 0.09  
a
b
5
6
4.65 ± 0.09  
3.98 ± 0.09  
Contenido de lactosa (g/100mL)  
a
a
2
0
5.08 ± 0.05  
5.46 ± 0.07  
a
a
5
6
5.00 ± 0.05  
5.35 ± 0.07  
a, b, c, d: Literales diferentes indican diferencias estadísticamente significativas (P < 0.05).  
Cuadro 5. Peso al nacimiento y ganancia diaria de peso  
GDP) (x ± EEM), a los 30 y 60 días de edad de corderos  
del mes de nacimiento, la GDP fue mayor en el primer  
mes que en el segundo (230 ± 10.0 g vs 110 ± 8.0 g;  
(P<0.0001).  
(
nacidos a finales de junio (Grupo J; n=28) o principio de  
setiembre (Grupo S; n=23).  
Se encontró una interacción entre mes de nacimiento  
y edad (P = 0.005); las GDP durante el primer mes  
fueron mayores (P < 0.05) en los corderos del Grupo S  
que en los del Grupo J. Por el contrario, en el segundo  
mes fueron mayores en este último grupo que en el  
primero (Cuadro 5).  
Edad  
Peso (kg)  
Nacimiento  
Grupo J  
Grupo S  
d
3.85 ± 0.33  
3.81d ± 0.35  
c
b
3
6
0 días  
0 días  
10.01 ± 0.29  
11.53 ± 0.43  
a
a
12.73 ± 0.29  
13.17 ± 0.43  
GDP (g)  
b
a
Comportamiento reproductivo de corderas y  
madres en el siguiente otoño  
3
0 días  
0 días  
206.8 ± 13.90  
253.3 ± 14.70  
c
d
6
156.9 ± 13.90  
105.6 ± 14.70  
a, b, c,  
d: Literales diferentes indican diferencias estadísticamente  
Se detectaron solo dos (14 %) corderas en celo, ambas  
del Grupo J (PV de ambas: 30 kg). En el segundo  
servicio de las ovejas no se observó diferencia ni en el  
porcentaje de parición (Grupo J: 79 %; Grupo S: 71 %;  
P = 0.6), ni de partos dobles (Grupo J: 22 %; Grupo S:  
significativas (P<0.005).  
Las ganancias diarias de peso (GDP) no fueron  
afectada por el mes de parto (Grupo J: 149.3 ± 10.0 g vs  
Grupo S: 154.0 ± 10.5 g, P = 0.7). Independientemente  
1
8 %, P = 0.5).  
Discusión  
En este trabajo las ovejas pastorearon campo natural  
Grupo J y durante la gestación en el Grupo S. Bianchi  
et al. (1998), también reportaron mayores PV y CC en  
ovejas Corriedale en gestación avanzada pastoreando  
campo natural y servidas al inicio de otoño comparado  
con aquellas que lo fueron a fin de otoño. Por su parte,  
Geenty (1996), trabajando en Nueva Zelanda, publicó  
menores PV durante el posparto en ovejas servidas en  
el otoño temprano comparado con aquellas servidas en  
otoño tardío.  
como un solo grupo, aunque tenían un desfasaje de  
dos meses en su estatus fisiológico. El diseño  
experimental permitió evaluar el comportamiento de  
las ovejas frente al aporte de nutrientes en dos  
momentos claves: el último tercio de gestación y el  
inicio de la lactancia. En ambos estados fisiológicos las  
demandas de la hembra aumentan, en el primer caso  
por la presencia de un feto en crecimiento y en la  
segunda por el inicio de la lactancia. Es así que el  
Grupo J se enfrentó a la crisis de invierno del campo  
natural durante el posparto, mientras que el Grupo S  
lo hizo durante la última etapa de la gestación. En  
ninguna de las dos situaciones la pastura ofrecida  
cubrió los requerimientos de las madres, lo que se  
reflejó en la pérdida de CC durante el posparto en el  
Las ovejas que parieron al inicio del invierno tuvieron  
un mejor estatus metabólico al parto que las que lo  
hicieron a finales del invierno, lo que se reflejó no solo  
en mayor PV  
y
CC sino también en mayor  
concentración plasmática de glucosa, colesterol y  
proteína total y menor de urea (Ndlovu et al., 2007).  
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3
6
Pérez y Orcasberro  
Por lo que se podría pensar que el desarrollo fetal en el  
Grupo J tuvo menor riesgo de sufrir restricción  
nutricional intrauterina que en el Grupo S. Sin  
embargo, no se observaron diferencias en el PNAC de  
los corderos. Es posible que las ovejas del Grupo S  
pudieran, a través de la movilización de sus reservas,  
mantener el aporte de nutrientes al feto y no  
comprometer el PNAC. El trabajo no estaba diseñado  
para evaluar otros posibles efectos sobre el desarrollo  
embrionario­fetal (Ithurralde et al., 2019; Abud et al.,  
categoría se han reportado mortalidades más altas que  
en el presente trabajo (Ganzábal, 2005: 20­21 %;  
Bianchi et al., 1998; 32,8 %).  
Contrariamente a lo reportado por Geenty (1986),  
quien observó que las ovejas paridas en setiembre  
producen más leche que las paridas en julio, en este  
trabajo no se observaron diferencias entre grupos. La  
producción de leche en ovejas durante el posparto  
temprano está influida por la alimentación pre­parto  
(Treacher, 1970; Tygesen et al., 2008) y por la  
alimentación posparto (Peart, 1967). Es posible que en  
el Grupo J la alimentación restrictiva, durante el  
posparto temprano reflejado en la pérdida de PV y CC,  
disminución de la concentración plasmática de  
glucosa, colesterol y proteína total, y aumento de la de  
urea, comprometiera la producción de leche. Por el  
contrario, en el Grupo S, la limitante podría haber sido  
las reservas energéticas con las que llegaron al parto,  
pero que la mejora en el balance energético posparto  
(aumento de la concentración de colesterol y proteína  
total y la disminución de urea que sumados a la no  
pérdida de PV y CC son signos de un mejor balance  
energético) no fue suficiente para permitir una mayor  
producción de leche. El mejor estatus metabólico al  
parto del Grupo J se reflejó en una mejor calidad de la  
leche producida [mayor contenido de proteína  
(Bocquier y Caja, 2001) y grasa]. Sin embargo, la mejor  
calidad de leche que los corderos del Grupo J tuvieron  
disponible durante el primer mes, periodo en que la  
GDP depende de la cantidad y calidad de leche  
ingerida, no se reflejó en mejores GDP. Por el  
contrario, el peso a los 30 días y las GDP durante el  
primer mes fueron inferiores a la de los corderos del  
Grupo S. Es posible que los corderos del Grupo J  
gastaran más energía en mantener la termorregulación  
durante su primer mes de vida, lo que pudo  
comprometer la GDP. En efecto, en invierno temprano  
las temperaturas son más bajas que a finales del  
mismo. Otro factor que pudo haber incidido es la  
precipitación pluvial; si bien durante el primer mes de  
vida de ambos grupos la precipitación registrada  
estuvo por encima de la media histórica (julio: 277 mm  
vs 104 mm; setiembre: 234 mm vs 103 mm), hubo más  
precipitación y más días de lluvia en julio (12) que en  
setiembre (8), lo que pudo haber agravado las bajas  
temperaturas normales de ese mes. Aún más, durante  
el segundo mes el Grupo J presentó mayores GDP que  
los corderos del Grupo S, y ambos grupos llegaron a  
los 60 días con pesos no diferentes. Es posible que la  
precipitación pluvial registrada durante el segundo  
mes en el Grupo S (320 mm frente a registro histórico  
de 111 mm) pudiera haber incidido en las GDP de los  
corderos del Grupo S a pesar que las temperaturas  
eran más benévolas. Las GDP observadas en el Grupo  
2
020) por lo que no pueden ser descartados. En efecto,  
la subnutrición materna no siempre disminuye el  
PNAC de sus crías, pero puede interferir en el  
desarrollo muscular durante la etapa intrauterina y  
comprometer el futuro productivo de la descendencia  
(
Ithurralde et al., 2019). Por otra parte, hay evidencias  
que el el PNAC no necesariamente es el mejor  
predictor del futuro desempeño de las crías  
(
Vonnahme, 2007). En el presente trabajo, el PNAC de  
los corderos es inferior al reportado por Ganzábal  
2005) para la misma raza y categoría, pero trabajando  
(
con pasturas sembradas, o por Ithurralde et al. (2019),  
pero utilizando ovejas adultas. Por otra parte,  
coinciden con los observados en los corderos paridos  
por las mismas ovejas en su segundo servicio y son  
mayores que los que comprometen la sobrevivencia de  
los corderos en esta raza y sistema (Ganzábal 2005,  
Abud y Pérez Clariget, 2016).  
El aumento del plano nutricional siete días antes del  
parto pudo haber aumentado la producción de calostro  
(
Banchero et al., 2006). Es interesante notar que tres  
días antes del parto, la concentración plasmática de  
proteína total era mayor en el Grupo J que en el S,  
pero la concentración de albúmina era menor.  
Considerando que las globulinas son la otra fracción  
importante de las proteínas plasmáticas, se podría  
pensar que el Grupo J tuviera mayor disponibilidad de  
globulinas en el momento en que el calostro se estaba  
produciendo. También el aumento del plano  
nutricional antes del parto pudo influir el  
comportamiento materno al parto y explicar, al menos  
parcialmente, la ausencia de diferencias entre grupos.  
En efecto, Freitas de Melo et al. (2015), no  
encontraron diferencias en el comportamiento  
maternal de ovejas que habían sido sometidas o no a  
una restricción nutricional durante la gestación, pero  
2
3 días antes del parto se les ofreció pastura de buena  
calidad ad libitum. Estos factores sumados, PNAC,  
posible disponibilidad de abundante calostro,  
comportamiento adecuado de la madre al parto,  
esquila pre parto (De Barbieri et al., 2018) y él área  
protegida en la que parieron las ovejas, podrían  
explicar la baja mortalidad observada en ambos  
grupos. En efecto, en ovejas Corriedale de esta  
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3
7
Época de parición en ovejas  
J están en acuerdo con las reportadas por Ithurralde et  
al. (2019) en crías de ovejas adultas durante los  
primeros 45 días de vida, mientras que las del Grupo S  
son superiores.  
Por último cabe mencionar que los partos dobles  
fueron solo observados en el Grupo J hecho que no se  
explica ni por el PV o CC al que ambos grupos llegaron  
al servicio o por el mes en que estos se realizaron  
(
Bianchi et al., 1998). Durante el mes de enero la  
Si bien en esta categoría de hembra, además de  
precipitación pluvial fue mayor [total del mes: 291  
mm, (114 mm el registro histórico), 15 días previos al  
servicio 158 mm] que en abril [total del mes: 76 mm,  
(97 mm registro histórico), 15 días previos al servicio:  
64 mm] lo que pudo haber provocado un flushing  
natural en las ovejas servidas a finales de enero.  
dedicar nutrientes para el desarrollo fetal  
y
amamantamiento de la cría, requiere energía para  
continuar su propio crecimiento, dos meses de  
diferencia no comprometieron el comportamiento  
reproductivo al segundo servicio. La baja proporción  
de corderas que presentaron celo durante su primer  
otoño podría ser explicada por los bajos pesos con el  
que llegaron al otoño (Banchero et al., 2014).  
Conclusiones  
Los resultados permiten concluir que adelantar el  
mes de parto al inicio del invierno aumenta el estatus  
metabólico de la oveja al parto, aunque no tiene  
efectos sobre el PNAC de los corderos. En las  
condiciones que se realizó este trabajo, el  
comportamiento de la madre y la cría no se ven  
afectados y la mortalidad de corderos no es diferente  
de la que se produce con pariciones a finales del  
invierno cuando las condiciones ambientales son más  
benignas. La producción de leche no se afecta, pero  
aumenta la calidad de la misma. El comportamiento  
reproductivo futuro de las hembras no es diferente de  
las que paren a finales del invierno.  
Las autoras declaran no tener conflicto de interés.  
Agradecimientos y Fuente de financiación  
Las autoras agradecen a Ing. Agr. Carlos Mantero,  
Director de la EEBR por su apoyo en las distintas  
etapas de este trabajo, a los Tec.Pec Walter Conde,  
Kelvin Pereira, Ignacio Sosa, Alejandro Teliz, a los  
Ings. Agrs. Adrián Bálsamo, Paloma Bertoni, Sofía  
Calero, Ezequiel Jorge y a las Dras Erika Martínez y  
Yazielis Martínez Torres por el apoyo en el trabajo de  
campo. A la Ing. Agr (PhD) Andrea Álvarez Oxiley por  
su apoyo en el procesamiento de muestras, y al Dr  
(MSc) Carlos López­Mazz por las ecografías realizadas.  
El trabajo fue financiado por CSIC, Udelar.  
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